martes, 10 de enero de 2017

la arquitectura en los hospitales con los reyes catolicos



Hospital de los Reyes Católicos

Hospital de los Reyes Católicos
Hostal dos Reis Católicos. Praza do obradoiro. Santiago de Compostela.jpg
Fachada principal del Hospital de los Reyes Católicos
Información general
Uso(s)Hospital
EstiloPlateresco
CatalogaciónBien de Interés Cultural
LocalizaciónPlaza del ObradoiroSantiago de CompostelaEspaña
Coordenadas42°52′53″N 8°32′45″OCoordenadas42°52′53″N 8°32′45″O (mapa)
Inicio1501
Finalización1511
PropietarioPatrimonio Nacional
Diseño y construcción
Arquitecto(s)Enrique Egas
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El Hospital de los Reyes Católicos, llamado actualmente Hotel Hostal de los Reyes Católicos (en gallegoHostal dos Reis Católicos), y también conocido históricamente como Hospital Real de Santiago y Hospital Real de Santiago de Compostela, es un edificio de estilo plateresco construido por orden de los Reyes Católicos, después de su visita a Santiago de Compostela, para dar cobijo a aquellos que requerían auxilio médico al finalizar el Camino. Fue diseñado y construido por el arquitecto real Enrique Egas. Actualmente es un Parador de Turismo que sirve a los peregrinos y visitantes de la ciudad de Santiago.

Situación[editar]

Está situado en la Plaza del Obradoiro de Santiago de CompostelaGaliciaEspaña. Es uno de los laterales cortos del paralelogramo, el del lado norte, formado por la CatedralColegio de San JerónimoPalacio de Rajoy y él mismo.

Historia[editar]

Tras la visita realizada a Santiago por los Reyes Católicos en el año 1486, decidieron erigir un Gran Hospital Real en la ciudad del apóstol, para atender a los peregrinos que por la época recorrían el Camino de Santiago. A raíz de la conquista del Reino de Granada, y de los ingresos recibidos por la victoria, en el año 1499 donaron un tercio de las rentas del Voto de Santiago para llevar a cabo la empresa. El arquitecto real, Enrique Egas, fue el encargado de realizarlo entre los años 1501 al 1511. Las obras duraron 10 años y los papas ofrecieron indulgencias a cuántos cooperasen. Tiempo después Tomás Alonso fue el encargado de la remodelación de las ventanas altas de la fachada y la construcción del balcón.
Se utilizó como hospital hasta el siglo XIX. En el siglo XX se convirtió en Parador de Turismo con la denominación «Parador Museo Santiago».

Edificio[editar]

Fachada[editar]

La fachada del Hospital de los Reyes Católicos es de estilo gótico plateresco, siendo junto a la Puerta de Carlos V de Vivero, los únicos ejemplos de este estilo arquitectónico existentes en Galicia. En su fachada se puede ver lo siguiente:
Dos grandes escudos flanquean la portada, con las armas de Castilla y a sus flancos, la cruz en un círculo que es el emblema del Hospital. Rica cornisa de piedra con diferentes labores.

Capilla Real[editar]

La Capilla Real, con funciones de iglesia del hospital, tiene una importante reja de entrada del siglo XVI, de talleres toledanos, está protegida como monumento desde 1912.

Patios[editar]

Cuatro patios la rodean, dos góticos y dos barrocos, formando una cruz griega. Los dos primeros son los del diseño original de Enrique Egas y son conocidos como patio de San Juan y patio de San Marcos. Los dos barrocos recibieron los nombres de los restantes evangelistas de la Iglesia Católica, patio de San Lucas y patio de San Marcos.

Galería de imágenes[editar]

Véase también[editar]






    Museo de Santa Cruz

    Museo de Santa Cruz
    UNESCO logo.svg Welterbe.svg

    Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad
    Toledo - Museo de Santa Cruz.jpg
    PaísFlag of Spain.svg España
    TipoCultural
    Criteriosi, ii, iii, iv
    N.° identificación379
    RegiónEuropa y América del Norte
    Año de inscripción1986 (X sesión)
    [editar datos en Wikidata]

    Santa Cruz, Toledo.
    El Museo de Santa Cruz es un edificio del s. XVI de la ciudad de Toledo, (España), que en su origen fue un importante hospital, aunque fue convertido en museo en el siglo XIX.
    El hospital fue fundado por el cardenal Mendoza a finales del siglo XV, para centralizar la asistencia a niños huérfanos y desamparados de la ciudad. Cuenta con una notable portada plateresca, obra de Alonso de Covarrubias. El edificio tiene planta de cruz griega y cuatro patios, de los que dos se realizaron por completo. El primero es de Covarrubias y da acceso al piso superior a través de una escalera de tres tramos.
    El museo consta de dos plantas. El crucero abarca los dos pisos y está cubierto con bóvedas de crucería. En el brazo norte se situaba la capilla. El museo cuenta con secciones de Arqueología, Bellas Artes y Artes Decorativas. Los fondos de Bellas Artes se distribuyen en la primera y segunda planta del edificio, y los de arqueología, en el Claustro Noble y en un piso subterráneo. Las Artes Decorativas cuentan con una muestra de artesanía popular toledana, que se sitúa también en el piso del sótano.

    Descripción artística[editar]

    Se concibió con seis crujías que se cruzan formando cuatro patios para la ventilación y para ello se emplean ventanas altas. Se encuentra aún inacabado (no se hicieron dos de los patios, tal como estaban concebidos) y se ideó como un edificio exento. El altar se sitúa en el centro y los patios se idean siete de los que se hacen cuatro y de esos cuatro, solo uno se llegó a finalizar por Alonso de Covarrubias.
    Existen cuatro grandes crujías, que conectan con los patios, en dos pisos realizadas por Enrique Egas y en el centro se encuentra la mesa con el altar. Las arcos son carpaneles y sobre pilares con hojarascas y querubines en el escudo de Mendoza.
    En general se da una simbiosis de la tradición morisca con el arte flamenco. Cubrición de par y nudillo en madera enmarcada de casetones. La madera tiene función decorativa y utilitaria. Los sillares están bien labrados y la portada la realizó Covarrubias, la hizo adintelada, el entablamento flanqueado por peudocolumnas pareadas y con hornacinas y doseletes; y decoración grutesca en los fustes.
    El frontón es clásico de vuelta redonda que alberga el descubrimiento del Lignum crucis por Santa Elena. Sostiene el entablamento con otro cuerpo. Se rompió una arquivolta para colocar una hornacina que representa la caridad. En la parte superior se encuentran los desposorios de la Virgen con delfines.
    Las ventanas son simétricas con orden bulboso y edículas con el emblema de Mendoza. El último cuerpo, posterior, es manierista.

    Galería[editar]

    Véase también[editar]





    Hospital Real de Granada

    Hospital Real de Granada
    Hospital Real
    トリウンフォ公園.JPG
    Información general
    EstiloGótico y Plateresco
    CatalogaciónBien de Interés Cultural
    DirecciónCuesta del Hospicio, s/n, 18012, GranadaEspaña
    LocalizaciónProvincia de Granada
    Coordenadas37°11′05″N 3°36′04″OCoordenadas37°11′05″N 3°36′04″O (mapa)
    PropietarioUniversidad de Granada
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    El hospital real de Granada fue un antiguo hospital real situado en Granadacomunidad autónoma de AndalucíaEspaña, en las proximidades de los Jardines del Triunfo y el Convento de Capuchinos, entre las calles Real de Cartuja, Ancha de Capuchinos y Cuesta del Hospicio, siendo esta última la de acceso al edificio. Actualmente, es la sede del Rectorado de la Universidad de Granada,1 de la Biblioteca Universitaria2 y de algunos de los servicios de gestión centrales.

    Introducción[editar]

    Las carencias sanitarias de la Ciudad de Granada tras su conquista por los Reyes Católicos en 1492, llevó a estos a fundar un Hospital de enfermos y asilo para pobres. Para su emplazamiento, se eligió un antiguo cementerio musulmán extramuros, en las cercanías de la Puerta de Elvira. Su construcción se inicia con retraso en 1511, interrumpida tras la muerte de Fernando el Católico y reanudándola en 1522 el emperador Carlos V. Comienza a funcionar como hospital en 1525, y es inaugurado en 1526 aunque inacabado, pues le faltaba la decoración de los patios (excepto el de la Capilla), las ventanas, la portada y un buen número de artesonados. La portada, obra de Alonso de Mena, se terminó en 1640. Las obras y remodelaciones se prolongan durante los siglos XVI-XVIII.

    El edificio[editar]

    Es una obra ecléctica, donde se mezclan elementos góticos, renacentistas y mudéjares, en la que intervinienen los más importantes artistas del momento: Enrique Egas quien se cree que es el arquitecto del proyecto, Pedro MachucaDiego de Siloé, entre otros.
    Egas repite el esquema del Hospital de Santa Cruz, tomando como modelo el Hospital Mayor de Milán, obra de Filarete copiado por toda Europa a partir del siglo XVI. El edificio cuenta con una planta de cruz griega inscrita en un cuadrado, en cuyos ángulos hay cuatro patios simétricos, alzándose en el crucero un cimborrio. En alzado tiene dos pisos, pero en el ángulo suroeste se levanta otra tercera planta, abierta al exterior con balcones conocida como la Sala de Convalecientes orientada a los Jardines del Triunfo. Su fachada principal, presenta cuatro ventanas platerescas muy ornamentadas, con las iniciales y emblemas de los fundadores y del Emperador. En su centro se abre la Portada, de piedra de Elvira, realizada en 1632, en la que aparecen los símbolos de los Reyes Católicos, yugos y flechas, una imagen de la Virgen y a los lados las figuras orantes de los Reyes Católicos realizadas por Alonso de Mena. En el frontón circular hay un escudo de las armas reales, sostenido por el águila de San Juan. Por un amplio zaguán se accede a las diversas dependencias del edificio. Tiene planta rectangular y se cubre con un techo de madera. La portada frontal nos introduce a las crujías o naves y la constituye un arco de medio punto, con triple rosca que descansa sobre pequeñas columnillas, enmarcado con alfiz decorado con bolas. Las puertas laterales nos llevan a los patios y a la planta superior o planta noble. El Crucero —punto de intersección de las cuatro naves— se divide en dos, algo inusual, ya que normalmente era único este espacio para las dos plantas. En la planta baja se cubre con bóveda de nervios, y en la planta alta con cúpula de madera, reconstruida tras el incendio de 1549 y diseñada por Melchor de Arroyo, con la aprobación de Diego de Siloé, siendo estos trabajos de los más importantes de la carpintería del siglo XVI. Las naves de la planta baja se cubren con alfarjes, cuyas zapatas son de tipología muy variada —gótica, mudéjar y renacentista— y las del piso superior con armaduras mudéjares.
    De los cuatro patios proyectados sólo los dos de la izquierda se terminaron.

    El Patio de los Mármoles[editar]


    Patio de los Mármoles
    Es el más rico, pero sólo se labró la parte baja, formada por veinte arcos —cinco en cada lado— de medio punto sobre esbeltas columnas, y entre las enjutas, las iniciales de Isabel (Y) y Fernando (F), y en el entablamento escudos y cartelasde los Reyes Católicos y de Carlos V, además del yugo y el haz de flechas. Es obra de Martín de Bolívar.

    El Patio de la Capilla[editar]


    Patio de la Capilla
    Fue terminado en 1536, como consta en la inscripción del piso superior del patio. Presenta doble galería formada por arcos de medio punto sobre columnas dóricas en la planta baja y corintias en las superiores. Los emblemas e iniciales son las mismas que las del patio anterior, pero sobre la cornisa aparece una inscripción que alude a los Reyes Católicos y a Carlos V. Consta de cuatro puertas centradas a cada lado, y una fuente en el centro muy posterior al proyecto inicial. En el lado noroeste existe un pozo, de época desconocida. El nombre del patio nos recuerda que aquí estuvo la Capilla donde había un retablo de 1647 que guardaba dentro de una cruz la madera del cepo en que estuvo preso San Juan de Dios, del que se cuenta que en el incendio acontecido en 1549 participó en el salvamento de los enfermos.
    Fue declarado Monumento Histórico Artístico, por lo que la actual legislación le confiere la categoría de Bien de Interés Cultural ( B.I.C.)

    Historia[editar]


    Portada
    Tras la Toma de Granada, los Reyes Católicos deciden acometer numerosas obras en la ciudad, convirtiéndola en el último gran núcleo de la arquitectura gótica española. Entre las obras destacan la Capilla Real y el Hospital Real, que gracias a una Carta Privilegio dada por los Reyes Católicos en Medina del Campo, el 15 de septiembre de 1504, se decidió la fundación del hospital, que sustituiría al instalado en la Alhambra en 1501. En un principio se pensó situarlo entre la Puerta de Bib-rambla y la de Bibalmazán, pero en 1511 se decide edificar sobre un antiguo osario musulmán, su actual ubicación, ya que las exigencias de la época eran instalar los hospitales en lugares más saneados y extramuros.
    En un principio estaba destinado a acoger enfermos sifilíticos, pero desde 1536 tendría nuevos huéspedes: los locos o inocentes, debido a que se cerró el Maristán (antiguo hospital musulmán situado en el Albayzín,3 junto al Bañuelo). Más tarde fue destinado para la curación de los enfermos del mal francés de toda España.4
    Tras la Desamortización de Mendizábal, en 1835, el Hospital pasó a depender de la Diputación Provincial, estableciéndose allí el Asilo de ancianos y la Casa de dementes. En 1961, el Hospital Real fue comprado por el Ministerio de Educación Nacional siendo su estado de conservación pésimo. A partir de ese momento, la Dirección General de Bellas Artes encargó los trabajos de restauración al arquitecto Francisco Prieto Moreno, dudándose si destinarlo a albergar muestras de tapices del Patrimonio Nacional o dedicarlo a instalaciones universitarias. La Universidad5 hizo entonces una propuesta para que albergara la Biblioteca Universitaria, sin que por ello dejara de destinarse a museo y sala de exposiciones. En 1971 pasó a ser parte del Patrimonio universitario, sucediéndose desde entonces, las labores de restauración y limpieza. Es en este momento cuando se colocan delante de la fachada las verjas procedentes del Hospital de San Lázaro. En 1978 el arquitecto Francisco Jiménez Robles redactó un nuevo proyecto para adaptar el edificio a sus nuevas funciones como sede del Rectorado, servicios Generales y Biblioteca Universitaria. Finalmente en la década de los ochenta, continúan las labores de restauración que afectan principalmente al cimborrio, a los techos de las galerías altas del Patio de los Mármoles y al aspecto urbano del exterior del edificio.

    Notas[editar]

    Referencias[editar]

    • Félez, C. (1979) El Hospital Real de Granada. Los Comienzos de la Arquitectura Pública. Tesis Doctoral, Universidad de Granada, 291 p.
    • Patrimonio artístico y monumental de las universidades andaluzas, pp 21-24, de Miguel Rodríguez-Pantoja Márquez.—

    Enlaces externos[editar]


    La arquitectura con los Reyes Católicos

    En el reinado de Isabel I de Castilla y de Fernando II de Aragón, se dan dos hechos significativos en el mismo año, 1492 la reconquista de Granada y el descubrimiento de América. Es el comienzo de una nueva era y por supuesto el final de la época feudal. Los reyes católicos con su forma de gobernar establecen lo que será el nuevo Estado Español. Las relaciones internacionales se hacen más fluidas y se consolidan políticas internacionales gracias a los matrimonios con otras casas reales reinantes.
         Castilla se convierte en el centro de todo, y también en la producción artística y cultural que promueven la Corona, la nobleza, la baja aristocracia, los hidalgos por imitación y la iglesia conformada por gente de la nobleza, que también promueve obras de todo tipo como en iglesias, conventos, catedrales, etcétera. Una de las familias más importantes en cuanto a mecenazgo y promoción de obras es la de los Mendoza, descendientes del Marqués de Santillana. Ya la paz consolidada se traduce en un periodo de bienestar, que se ve en las obras públicas, y en la construcción de edificios todo este resurgir continuará en el siglo XVI.
         España vive el paso de un siglo a otro, como una de sus etapas culturales más relevantes. Conviven las actitudes de la Edad Media, con las nuevas influencias del humanismo. Todo esto ha venido gestándose durante años gracias a la cultura urbana gótica. Europa tiene dos grandes focos culturales: uno es el nórdico continuador y última fase del gótico, y el otro es el italiano, que intenta recuperar la antigüedad clásica. Según la mentalidad de la época moderno, es a lo que nosotros llamamos gótico, y romano o antiguo lo que llamamos renacimiento. Si en Europa había diversidad, en España conviven dos culturas la cristiana y la musulmana que se funden en el estilo mudéjar.
         En los comienzos del siglo XV se siguen casi en su totalidad las formas arquitectónicas del siglo XIV, aunque se incorporan temas del mudéjar toledano que es con el que convive. Pero todo esto cambia ya que aparece un nuevo estilo que nace en Inglaterra y crece en Francia, Flandes y los países germánicos, al que llaman flamígero porque se parece a una llama. Su tracería utiliza la curva y contracurva, la hoja incurvada y el arco conopial. Su decoración vegetal es realista y también utiliza fauna real o fantástica. Las bóvedas se enriquecen, las formas estructurales se decoran con mucha fantasía,  todo esto se hace en Europa incluyendo el siglo XVI. Al mismo tiempo en Italia destaca Florencia, donde se desarrolla un arte de la belleza y en la herencia del mundo clásico.
         En 1402 se inician las obras de construcción de la catedral de Sevilla, el primer edificio de importancia de estilo flamígero. Su construcción dura un siglo y en la ejecución de las obras intervienen maestros extranjeros. Es un edificio de grandes dimensiones, muy moderno para la época ya que las construcciones que se realizan en ese momento tienen un toque mudéjar.
         Don Álvaro de Luna el valido del Rey Don Juan II, se hace construir una capilla funeraria en la catedral de Toledo en estilo flamígero. De la obra se encarga Hanequín de Bruselas con un equipo propio de canteros y escultores. Y también interviene en las obras del Castillo de Escalona de Toledo, residencia del valido, convirtiéndolo en un castillo-palacio, en su puerta de entrada decora el tímpano con esculturas que representan salvajes sosteniendo el escudo de los Luna. Mientras el nuevo estilo irrumpe con fuerza, en las techumbres del mismo palacio y en las yeserías se utilizan técnicas mudéjares.
         En Burgos al mismo tiempo surge otra escuela promovida por el arzobispo Alonso de Cartagena, que contrata a Juan Alemán para que haga distintas obras en la catedral, como las agujas de las torres que siguen el modelo alemán de Friburgo, Ulm o Esslingen.
         El estilo flamígero que se introdujo en Sevilla se consolida en Toledo y Burgos sobre todo a partir del segundo tercio del siglo XV con artistas traídos de Francia, Flandes y Alemania. Al mismo tiempo que se remodelan o hacen edificios en el nuevo estilo, en ellos se siguen apreciando elementos del arte mudéjar seña de identidad de los señores españoles frente a los europeos. Se imitan las formas decorativas de los palacios musulmanes, como el palacio de Alfonso XI en Tordesillas (1340), o el de Don Pedro, en Sevilla. O las techumbres de la Sala de los Reyes del Alcázar de Segovia. Utilizaban además en los salones yeserías policromadas y cerámica vidriada, que recuerdan las de la Alambra de Granada.
         Se intenta buscar un estilo propio que los distinga, donde se resalte su rancio abolengo, y muestre unos símbolos que los identifiquen a nivel personal y nacional. Son una sociedad refinada y ostentosa, donde la riqueza del arte mudéjar se combina con el arte cristiano.
         Con los Reyes Católicos se consolida una unificación tanto política como social creando una unidad hispánica. Lo mismo ocurre en torno a Castilla y su corte con respecto a una unidad arquitectónica, se recuperan las de nuestro pasado medieval y entran las renacentistas italianas. Se asimilan ambas formas las que ya estaban con las que llegan, como ha sido la cultura hispánica siempre, de asimilación como en el caso mozárabe.
         Juan Guas, de origen bretón y que se forma con Hanequín es uno de los que utiliza el estilo mudéjar combinado con el flamígero, muchas de sus obras se hacen al servicio de la Reina. Y también realiza otros edificios para la familia Mendoza.
         Simón de Colonia, en Burgos hace una capilla funeraria para el condestable de Castilla Don Pedro Fernández de Velasco, en la catedral con un modelo nórdico en la decoración. La fachada del Colegio de San Gregorio de Valladolid, es una de las llamadas fachadas estandarte que recuerda a las fachadas pantalla de la arquitectura gótica inglesa, su estructura es hispanomusulmana. En este Colegio se dan las dos escuelas castellanas, que darán como resultado el plateresco castellano y el manuelino portugués. Al mismo tiempo los canteros del norte de España, vascos y cántabros utilizan una técnica que nada tiene que ver con la mudéjar.
         Los Mendoza utilizan las formas del renacimiento en Castilla hacia 1490, mandan construir el Colegio de Santa Cruz de Valladolid 1487 y 1491, el edificio es gótico, pero la fachada tiene elementos italianos, el maestro al que llaman es Lorenzo Vázquez. La familia Mendoza son los impulsores del renacimiento, y además a veces utilizaron artistas italianos y piezas labradas en Italia.
         Lo cierto es que la arquitectura en la época de los Reyes Católicos, es un tránsito de siglos y de estilos, a la pervivencia del estilo gótico, hay que sumarle la riqueza del mudéjar, y más tarde la llegada del renacimiento italiano. Convirtiendo el resultado en un estilo particular y con seña de identidad frente al europeo. Todo esto no se podría a ver hecho sin el mecenazgo de familias tan influyentes como los Mendoza entre otros, con esa necesidad que tenían por hacerse notar y ser reconocidos, que innovaron y enriquecieron sus construcciones. Dejándonos una  muestra de la diversidad cultural de esta época y su capacidad de asimilación.
         Este artículo está basado en el trabajo de la Catedrática de Historia del Arte Áurea de la Morena Bartolomé. Se publicó en la revista: Anales de Historia del Arte, en su Nº 9 del año 1999 y va desde la página 55 a 66 de la misma. Lo titula: La arquitectura en la época de los Reyes Católicos, Identidad y encrucijada de culturas. Y como se nos informa a pie de página el contenido de este artículo fue expuesto en una conferencia que se celebró en Berkeley en 1987.




    Gótico isabelino

    Interior de San Juan de los Reyes, Toledo.
    Gótico isabelino, también llamado estilo Reyes Católicos, es un estilo propio de la Corona de Castilla durante el reinado de los Reyes Católicos, que representa la transición entre el gótico final y el renacimiento inicial, con características estructurales góticas originales e influencias decorativas de la tradición castellana, del mudéjar, de Flandes y, en menor medida, de Italia. La consideración o no del isabelino como un estilo gótico o renacentista, como un estilo ecléctico, o como una fase dentro del más genérico plateresco, es una cuestión debatida por la historiografía del arte y aún no resuelta.1

    Descripción[editar]

    Fachada del Colegio de San Gregorio, Valladolid.
    Decoración exterior de la Capilla del Condestable, Burgos.
    El estilo isabelino introduce varios elementos decorativos más que estructurales, de influencia flamenca y otros procedentes de la tradición islámica y castellana, especialmente en las formas flamígeras. Muchos de los edificios que se construyeron en este estilo fueron encargos de los Reyes Católicos o bien estuvieron de algún modo patrocinados por ellos. Paralelamente se desarrolla en Portugal un arte muy similar denominado manuelino. Como característica más evidente está el predominio de los motivos heráldicos y epigráficos; especialmente los símbolos de el yugo y las flechas y la granada, que hacen referencia a los monarcas. También es característico de este periodo la ornamentación con bolas.
    Las referencias a la Antigüedad clásica en España apenas son algo más que elementos literarios, al contrario que en Italia, donde la presencia de edificios romanos era mucho más abundante y lo gótico se había recibido de una forma muy adaptada al gusto clasicista local. Hasta la década de 1530 y aún después en la arquitectura española no terminó de imponerse lo romano a lo moderno. El uso de estos términos se refería, en la intención de los que los usaban, a cosas diferentes a lo que hoy podría pensarse: lo romano era el estilo del renacimiento clasicista, emocional, ampuloso e italianizante; mientras que lo moderno era para ellos el gótico, que era estructuralmente racional y eficaz, más propiamente español.2
    Independientemente de las características ambientales de los interiores, el gótico proporciona unos sistemas estructurales de conocida y probada eficacia. Y precisamente el estilo gótico había tenido en la Península una serie de modificaciones debidas a la tradición local: ventanas más pequeñas que las conocidas en el sistema constructivo y pendientes de cubierta mucho menos pronunciadas, y también cubiertas planas, lo que hizo un estilo realmente original, pero que aprovechaba eficientemente el sistema constructivo gótico. Por otro lado, muy probablemente los arquitectos españoles habituados al gótico, considerasen con cierto desprecio los tirantes metálicos vistos y refuerzos, que los arquitectos italianos se veían obligados a colocar en los arcos para resistir los empujes horizontales, cuando en el sistema constructivo «gótico» con su bien conocida distribución de fuerzas, simplemente no eran necesarios o había métodos que evitaban la «trampa» de estas ayudas arquitectónicas.
    A partir de la herencia gótica se empieza a gestar un estilo propio en el que se incluyen elementos más modernos. Quizá el ejemplo más representativo de este estilo sea el Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo, en que la idea gótica está más en el sistema constructivo que en la concepción del espacio interior, la relación se hace más lejana con el gótico original francés, pero más cercana a una tradición constructiva local.
    Por ello en la Península, cuya tradición de arquitectura clásica está temporalmente muy alejada, (tras siglos de construcción gótica) prefiere, por tradición propia, por racionalidad constructiva, el sistema gótico, que en el tiempo va evolucionando en la decoración de los edificios, correspondiendo con la riqueza general del país en el momento, hacia un recargamiento, lo que se ha dado en llamar plateresco, mientras se mantienen intactos varios elementos del gótico, especialmente el modo de llevar las cargas de las bóvedas a los pilares (no a los muros, como en el románico), apuntalándolos con los arbotantes, con sus chapiteles y muchas veces, los arcos apuntados.

    Galería[editar]

    Notas[editar]

    1. Volver arriba «...tampoco es satisfactoria la pretendidamente esclarecedora denominación de gótico plateresco, a partir de la terminología adoptada por D. Bayón para lo que Durliat llamara estilo Isabel y como aglutinante de lo uno y lo otro (Marías), pues si conceptualmente existe una continuidad, el repertorio ornamental empleado es bien distinto, y no existe constancia del uso del vocablo para las fantasías decorativas medievales». Soto Caba, Virginia. «La cuestión plateresca», en ArteHistoria.
    2. Volver arriba Maroto, José. Historia del arte, Casals, ISBN 978-84-218-4021-4, p. 195, citando, entre otros, a Diego de SagredoLas medidas del romano, 1526.

    Véase también


    Anales dc Hotes, ‘es de/Arte 155N: 02[4.6452 1999 9 55 66 La arquitectura en la época de los Reyes Católicos * Identidad y encrucijada de culturas AUREA DE LA Mot~ o «antiguo» se indicaba lo que llamamos rencícrtn¡etr.to. Esta diversidad europca, falía de patrón o modelo, se viene a ampliar en España por su segunda cultura, que es la musulmana, que existe y convive con la cristiana, mezclándose en el líamado estilo mudéjar La complejidad cultural que se aprecia en estos tiempos se refleja en la que podemos percibir en el campo artístico. A principios del siglo xv las formas arquitectónicas continúan con la línea marcada en el Xlv, [J3onótonay repetitiva, a la cual se han incorporado temas y organizaciones propias del mudéjar toledano con el cual convive. Mas un nuevo estilo procedente del Norte hace cambiar el panorama. Se ha gestado en Inglaterra y desarrollado en Francia. Flandes y los países germánicos, y se denominajianzí¿gero porque recuerda el fluir de una llama. Stm tracería juega con la curva y la contracurva, como un soufflet, burbuja o fuelle, la hoja incurvada y el arco conopial. Su decoración vegetal es de inspiración realista como las hojas de cardo o las de col, junto a toda clase de fauna real o fantástica. Las bóvedas se enriquecen con nervios, terceletes y ligazones, dando énfasis decorativo a lo que en principio fue estructural, lo cual repercute en los pilares rodeados de columnillas o Aries/ce cíe HI,etrrr’ia cíe? Arte 1 999. 9: .55-Útr 56 Aurea de la Morena La arquitectura en laépoca de los Reves Católic’os... baquetones que se corresponden con los nervios. Esta arquitectura de gran opulencia y riqueza decorativa unida a una gran fantasía es aceptada en toda Europa, continuando su proyección en el siglo xvi. Crece a la par que el arte que se desarrolla en Italia, cuyo foco más importante es Florencia, y que se fundamenta en la belleza y en la herencia del mundo clásico nunca abandonadas a lo largo de la Edad Media. La primera obra importante del estilo flamígero que se realiza en España es la nueva catedral de Sevilla que se inicia en 1402. Sus canónigos rompen lanzas por el nuevo estilo, completamente exótico en la ciudad, y en la ejecución de las obras intervienen maestros extranjeros a lo largo del siglo que dura su construcclon. Se trata de un edificio clave para la arquitectura española por su planta, sus grandes dimensiones, la tendencia a la igual altura de sus naves laterales, la galería volada que corre debajo de los ventanales a modo de balcón, que Lo pone en reíaAnales de Historia del Am’te [999,9: 55-66 Lám. 1. Toledo. Igtesia de San Juan de los Reyes. Bóveda dcl crucero. 57 Aurea de la Morena La arquite(’tur’c/ en la e/soca cíe lc,s Reves Católicos... ción con la arquitectura germánica; los pilares son romboidales rodeados por baquetones que inician la complejidad de los pilares del siglo xv. El edilicio es completamente revolucionario frente al estilo anterior y (le una gran modernidad en su tiempo; contrasta con el ambiente de la ciudad, que continúa inmersa en ci pasado musulmán que está vicente a través del mudelarísmo en que se han realizado sus construcciones. En Toledo se introduce el flamígero con motivo de la constrttcción de la capilla que Don Alvaro de Luna, el poderoso valido del Rey Don Juan II. está realizando para su enterramiento en la Catedral. A cargo de las obras está el extranjero Hanequin de Bruselas. que viene acompañado de su equipo de canteros y escultores. Esta obra resulta por su fastuosidad decorativa uno de los melores ejemplos del nuevo estilo. También interviene Hanequin en la reconstrucción del (‘astillo de Escalona (Toledo), residencia de Don Álvaro, convirtiéndolo en castillo-palacio propio para celebrar grandes festejos. La puerta de entrada al castillo se decora en su tímpano con esculturas que representan salvajes que sostienen el escudo del linaje Luna, motivo que tendrá amplia repercusión posteriormente. Al mismo tiempo, en sus abundantes habitaciones se utilizan técnicas mudéjares en las techumbres de madera y en las yeserías que ornamentan las paredes. Arma/e.> ele Histesria eh,? A ríe 999,9: 55-66 lání. 2. Burgos. Catedral, Capilla de los Condestables. Bóveda. 58 Aurea de la Morena La arquitectura en la época de los Reyes Católicos... En esta misma época se desarrolla otra gran escuela en Burgos bajo el patronazgo del arzobispo Alonso de Cartagena, que trae a Juan Alemán para realizar varias obras en la Catedral, entre ellas su capilla funeraria y el remate de las torres de la fachada occidental, con agujas o chapiteles calados que siguen el modelo alemán de Friburgo, Ulm o Esslingen. Así, el nuevo estilo introducido en Sevilla es a partir del segundo tercio del siglo XV secundado por nobles y prelados de la Corte de Juan II, que hacen venir a artistas extranjeros de Francia, Flandes y Alemania, creándose los importantes focos de Toledo y Burgos. Como ya se ha indicado,sin embargo en el Castillo de Escalona y en otros edificios se han realizado obras paralelas dentro de la tradición hispánica representada por el estilo mudéjar, de tanta raigambre en Castilla. El mudéjar es la identidad cultural de esta sociedad frente a la europea; los reyes y la nobleza imitan en sus casas organizaciones y formas decorativas de los palacios musulmanes, lo que ya desde antaño venía realizándose. En este aspecto, baste recordar los palacios de Alfonso XI en Tordesillas (1340), o el de Don Pedro, en Sevilla. Los efectos eran deslumbrantes para quien los contemplaba, por sus ricas techumbres de lacerías creación de Al-Andalus, policromadas con vivos colores que daban sensación de lujo y opulencia. Entre las mejores techumbres se encontraba la Sala de los Reyes del Alcázar de Segovia, mandada hacer por Enrique IV, en la que estaban representados los Reyes de Castilla. Estos salones completaban su decoración con el recubrimiento de sus muros con yeserías también policromadas, y en la parte baja, o arrimadero, con cerámica vidriada. La fastuosidad de estas construcciones, técnicas, forma y estética, recuerdan las de la Alhambra de Granada con la que existen indudables relaciones. La estética del fasto de los palacios granadinos y mudéjares coincide con los ideales del gótico tardío en este fin de la Edad Media, por su fantasía y sentido decorativo. A ello hay que unir el gusto de ostentación, sentimiento de honor caballeresco, exaltación del rango y de la jerarquía, búsqueda de la identidad tanto personal como nacional, a través de rasgos y símbolos que caractericen un estilo propio que los distinga. También hay que añadir que el lujo y refinamiento de esta sociedad entraña un desarrollo acentuado de las artes decorativas y suntuarias, en las que muestran una gran riqueza las mudéjares que se combinan con las propias del mundo cristiano, influyendo en las formas arquitectónicas que las toman como modelo en muchas de sus decoraciones. Con la llegada al poder de los Reyes Católicos nos encontramos con la culminación de este proceso artístico, lo mismo que del histórico, ya que si en el aspecto político y social de su reinado su gran gloria es la creación de la unidad hispánica, en la arquitectura también existe este mismo tipo de unificación en Castilla y en torno a su Corte. Se supera la función de formas y sentir estético de nuestro pasado medieval y se introduce la arquitectura renacentista italiana. Se manifiesta así un dualismo cultural oriente-occidente en una asimilación integradora que ha estado latente a lo largo de la historia hispánica, como es el caso mozárabe, reflejándose tanto en las formas de vida como en el arte. 59 Ana/c.> de historia de/Arte [999,9:55-66 Aurea de la Morena La arquitectura en la época cíe los ReyesCatólicos... La dirección artística que en el periodo anterior estaba en manos extranjeras y sin tener ninguna relación con el arte local, en el paso de una generación ha cambiado, ya que sus artistas se han formado en Castilla e incorporan al flamígero temas y formas de raíz mudéjar. El gran realizador de esta simbiosis es Juan Guas, de origen bretón y formado con Hanequin, pero inmerso dentro del arte mudéjar, que fusiona las dos tendencias y nacionaliza el estilo gótico. Al servicio de la Reina se fundamentan varias de sus obras, pero es sobre todo significativa una de las más insignes del arte español, el Monasterio Franciscano de San Juan de los Reyes de Toledo, pensado en un principio como panteón real de la nueva dinastía. En este edificio se funde el gótico tardío europeo, en cuanto a arquitectura y temas decorativos, con composiciones y formas de raigambre musulmana, como es la decoración de mocárabes y el letrero que corre a lo largo del edilicio, al igual que la bóveda situada sobre el crucero, que recuerda a las califales de la Mezquita de Córdoba y que Guas conocena a través de la mezquitadel Cristo de la Luz en Toledo. A lo largo de los muros del crucero se repite el escudo de los Reyes, exaltación heráldica que se relaciona con el arte germánico pero que por disposición recuerda a la de los paneles mudéjares. El claustro es uno de los más ricos de este tiempo en toda Europa; el piso bajo sigue el gótico flamígero, pero en el alto los arcos se inspiran en los mixtilíneos de la época taifa, y la cubierta recurre a las techumbres mudéjares. Al igual sucede con otros edificios claves de la arquitectura española que el maestro Guas realiza para los poderosos Mendoza. introductores de lo más moderno de su tiempo, cuyo antecesor el Marqués de Santillana les había inculcado el amor a la cultura y el mecenazgo artístico. Edifican el Castillo de Manzanares o 0 o) z a e ci o) >0 o o 1<«4~’ s cíe Historia del Arte [999.9: 55-66 Aurec, de la Morena Laa rquitec’trrra en la época cíe los Reves Caíc$lic’crs... convento de Santo Tomás de Ávila, otra de las fundaciones reales, realizado por Solórzano dentro del estilo que será característico de los canteros del Norte de España, vascos y cántabros, especialistas en el corte de piedra que se desvinculan de las técnicas mudéjares. Se puede decir que si la escuela toledana y burgalesa en su proyección de Valladolid dan origen al plateresco, este gótico austero parece anticiparel escurialense. Las formas del renacimiento italiano aparecen en Castilla hacia 1490, traídas también de la mano de los Mendoza. La primera obra que se puede fechar es la mandada hacer por el Gran Cardenal, hijo del Marqués de Santillana, que hace construir el Colegio de Santa Cruz de Valladolid entre 1487 y 1491. El edificio está dentro del gótico, pero para la fachada quiso el Cardenal algo más nuevo, para lo cual viene Lorenzo Vázquez, quien conoce la arquitectura italiana, labrando la portada «a la antigua», recordando a Erunelleschi en la puerta y el almohadillado. De este mismo Lorenzo Vázquez se supone que es el palacio notable que Luis de la Cerda Mendoza, Duque de Medinaceli, comienza a construir en Cogolludo (provincia de Guadalajara), recordando palacios florentinos. Encima de la puerta se sitúa en forma destacada el escudo del Duque rodeado por una láurea. El gótico flamígero está presente en las ventanas. Aunque ha utilizado otro lenguae artístico, en cuanto a sentido de la horizontalidad y exaltación señorial este edificio es la continuación del palacio del Infantado. Otras obras del protorrenacimiento hispánico también están relacionadas con los Mendoza: el Convento de Mondéjar bajo el patronazgo del Conde de Tendilla, y el palacio de Don Antonio Mendoza en Guadalajara, cuyo patio se convertirá en paradigma de los patios castellanos por sus pilares con zapatas. Cerrando el capitulo de los Mendoza impulsores del Renacimiento hay que citar el Castillo de Calahorra en la provincia de Granada hecho por el Marqués de Zenete, hijo mayor del Cardenal, que trajo artistas italianos, así como mármoles que venían labrados ya desde Génova, por lo que es obra importada en la cual no existe ningún atisbo ni gótico ni musulman. No es así en otra de las obras más conocidas de este tiempo, la Casa de las Conchas de Salamanca, mandada construir por el Doctor Talavera. Sus muros se recubren con conchas recordando la disposición del Infantado, sustituyendo los picos por conchas que procediendo del escudo de los Benavente son sacadas de su contexto heráldico y proyectadas como decoración arquitectónica. En las ventanas y puertas se mezclan y combinan vocabulario gótico e italiano. Es de gran interés observar por lo tanto cómo se yuxtaponen en esta época los Reyes Católicos, tránsito de siglo y de épocas, los diversos estilos que proceden de la época anterior, las distintas estéticas dentro del gótico, formas y técnicas mudé- lares como son las yeserías y las armaduras de madera, y al mismo tiempo la entrada del Renacimiento italiano —mezcla de formas que se acentuará en el mandato del Cardenal Cisneros—. Ejemplo representativo en pintura es Pedro Berruguete, en cuya Virgen con el Niño (Museo Municipal de Madrid) se conjugan perfectamente Anales ele Hisroria del Aoe [999,9: 55-66 64 Aurea de la Morena La arquitectura en la época de los Reyes Católicos... Lám. 6. Pedro Berruguete. Virgen con el Niño. Museo Municipal de Madrid. 65 Anales de Hicroria del Arte 1999, 9:55-66 Aurea de la Morena La arquitectura en la época de los Reyes Católicos... los tres estilos. Así pues nosencontramos con un arte propio castellano que está en relación con lo europeo de su tiempo, pero con signode identidad que marca y distingue con la fusión del mudejarismo: tres estilos que continuarán conviviendo a lo largo del siglo XVI basta la ruptura que supuso la construcción del Monasterio del Escorial. A trates ríe Historia de/Arte [999,9: 55-66 66

































































    La arquitectura en época de los Reyes Católicos. Lorenzo Vázquez de Segovia introductor del renacimiento en Castilla (C.1450-1515)

    Raúl Romero Medina

    Resumen

    Durante el reinado de los Reyes Católicos Castilla, es el escenario de un momento artístico marcado por unas tendencias arquitectónicas en las que se observa un diálogo entre las formas “modernas”, las que se producen por asimilación de las influencias del tardogótico europeo, y las “antiguas”, aquellas que se corresponden con el incipiente repertorio renacentista importado de Italia. En este contexto, el apoyo dispensado no solo por los Reyes Católicos, sino por miembros de la nobleza hispana como los Mendoza, favoreció especialmente la introducción de las formas del Renacimiento italiano en Castilla, traídas de la mano de un arquitecto, Lorenzo Vázquez de Segovia. El presente trabajo plantea una cronología documentada de esta figura, que resulta clave para comprender la formación de la arquitectura hispánica del mundo moderno.




    Plantas de los tres hospitales

    Museo de Santa Cruz

    Hospital real de Granada
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